En uno de los barrios más famosos de Cádiz, el barrio del Pópulo, hay una calle pequeña que tiene por nombre “Callejón del Duende”. Un lugar donde antiguamente los piratas y contrabandistas negociaban, y al que se le pone el nombre de “Duende” por un pirata que se llamaba así. En este lugar, además de alguna maceta y otros elementos decorativos, hay una imagen de un duende al que debes guiñar un ojo para que te dé suerte.
Además existe una leyenda muy romántica sobre el Callejón del Duende: dicen que en los tiempos de Napoleón Bonaparte (concretamente en torno al año 1810), cuando los franceses intentan invadir la ciudad de Cádiz, un capitán del ejército de Napoleón se enamora de una bella mujer gaditana. Este amor imposible (por la guerra entre españoles y franceses, y porque la chica tenía novio) era consumado en el Callejón del Duende, donde se encontraban y se producían los besos y las palabras amorosas.
Dice la historia, que una noche los enamorados fueron sorprendidos por los vecinos y condenados a muerte por su traición. Y que todavía hoy, es posible ver algunas noches las sombras del capitán francés y de la bella gaditana, que vuelven a este lugar a encontrarse y a repetir aquellos besos y aquellas palabras amorosas.
Basado en: https://misteriosdecadiz.jimdo.com/embrujo-en-el-callej%C3%B3n-del-duende/
Información gráfica: https://laazoteadecadiz.wordpress.com/2016/09/14/la-historia-del-callejon-del-duende/
GLOSARIO
Contrabandista: Persona que lleva productos ilegales de un punto a otro para comerciar.
Guiñar: Acción de cerrar un ojo y dejar el otro abierto.
Consumarse: Producirse algo completamente.