Todos sabemos que las croquetas es uno de los platos más característicos de nuestra gastronomía. Pero, ¿quién las inventó? Es difícil saberlo con exactitud. Se cree que los romanos ya comían algo parecido. Lo que sí se puede asegurar es que fueron los franceses los que elaboraron la receta actual.
Una de las curiosidades del origen etimológico de la palabra croqueta es que proviene del verbo francés croquer, que significa crujir, y de su diminutivo croquette, que significa crujientita. Esto quiere decir que, si una croqueta no es crujiente, no se le puede llamar croqueta.
En la actualidad este plato se puede degustar tanto como tapa, plato principal o acompañamiento, siendo una elaboración que le gusta a todo el mundo. En realidad, no sabemos el motivo, pero las croquetas tienen una magia especial que hace disfrutar a cualquier paladar. Hoy en día existen croquetas de todos los tipos y sabores posibles, incluso hay restaurantes especializados dedicados exclusivamente a las croquetas.
Esta receta se puede hacer de muchas maneras diferentes y no hay una fórmula secreta para prepararla. La clave de una buena croqueta está en cómo se fríe. El aceite debe estar muy caliente y, al freírlas, tenemos que separarlas bien para que no se rompan. Lo ideal es tener paciencia y freírlas de tres en tres. La masa debe ser cremosa y ligera.
¿Sabéis qué croquetas cumplen todos estos requisitos? Pues, las que preparan nuestras abuelas. Y esta es la receta que vamos a explicar a continuación.
Ingredientes:
- 400 ml. de leche
- 50 gramos de harina
- Un vaso de aceite de oliva
- Una cebolla picada
- 100 gramos de pollo picado
- Una pizca de sal
- Una pizca de nuez moscada
- Pimienta negra molida
- Un poco de perejil picado
- Dos huevos para el rebozado
- Un plato de pan rallado
- Un plato de harina
Elaboración:
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- Freímos la cebolla a fuego medio en aceite de oliva.
- Añadimos el pollo picado y la harina. Lo removemos todo muy bien.
- Muy despacio, vamos añadiendo la leche y continuamos removiendo.
- Agregamos la sal, la nuez moscada, la pimienta y el perejil. Seguimos removiendo sin parar durante aproximadamente 15 minutos. Un truco para que no salgan grumos, es tener la leche a temperatura ambiente, nunca fría.
- Cuando quede como una masa, la retiramos del fuego y la dejamos enfriar.
- Cuando la masa esté fría, le vamos dando forma a las croquetas con nuestras manos.
- Preparamos un plato llano con harina, uno hondo con los huevos batidos y otro llano con el pan rallado.
- Pasamos cada croqueta por harina, después por huevo y por último por pan rallado.
- En una sartén con un vaso de aceite de oliva, freímos las croquetas. Cuando estén fritas, las ponemos en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Las servimos y comprobaremos que es un placer comerlas calientes y recién hechas.
Glosario:
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- Etimológico: Origen de las palabras, de su significación y de su forma.
- Crujir: Ruido que haces al comer algo que está frito, como por ejemplo, las patatas de bolsa.
- Degustar: Probar alimentos o bebidas con sensaciones agradables.
- Paladar: Gusto y sabor que se percibe cuando comes o bebes algo.
- Rompan: Del verbo romper. Separar las partes de un todo.
- Cremosa: Aspecto de la crema.
- Nuez moscada: Condimento con forma de almendra. Es de color marrón. Se utiliza mucho en la salsa bechamel.
- Rebozado: Del verbo rebozar. Bañar un alimento en harina, huevo y pan rallado para freírlo después.
- Plato llano: Plato que se usa para alimentos sólidos.
- Plato hondo: Plato especial para comer sopa, o alimentos líquidos.
- Papel absorbente: Papel que se utiliza en la cocina para limpiar o secar.
- Caldo: Líquido que se obtiene de cocinar un alimento.