Joan Miró fue un pintor y escultor español cuyo estilo tan personal lo ha convertido en un artista inconfundible.
Nació en Barcelona en 1893, en el seno de una familia de orfebres, y murió a la edad de 90 años en su segunda tierra, Palma de Mallorca.
En 1929 se casó con una mallorquina y se trasladaron a París. En la capital francesa, Miró montó su propio taller y fue allí donde recibió una gran influencia del surrealismo.
Debido al estallido de la segunda guerra mundial, el matrimonio junto a su única hija, Dolors Miró, se refugió en Normandía. Tras el fin de la guerra volvieron de su exilio a España, donde hicieron su vida entre Mallorca y Barcelona.
Una de las características de la obra de Joan Miró es el arraigo a su tierra y su interés por el entorno natural. Un ejemplo clave es su cuadro “La Masía” (1922), con el que estuvo trabajando más de 9 meses.
La Masía (1922)
Este pintor de sello único, nutrió su arte de las influencias recibidas en su estancia en ciudades como Nueva York o París y en países como Japón. Además, otro dato relevante de muchas de sus pinturas es su compromiso político y social. De hecho, está considerado como uno de los pintores más influyentes del siglo XX.
Dos de sus numerosas obras son:
Las mujeres y los pájaros (1986)
Mujer con un bonito sombrero (1978)