Conil limita al oeste con su pueblo vecino Chiclana, teniendo como frontera desde el litoral un entorno excepcional tanto por su belleza como por su forma y localización. Nos referimos al conjunto de calas que adornan los acantilados, pequeñas playas formadas de arena fina y dorada, con aguas transparentes y, por su posición, resguardadas del viento de Levante.
Se extienden por buena parte de nuestra costa, específicamente a continuación del faro de Roche hasta la urbanización que lleva el mismo nombre. Cala del Faro, Cala del Tío de Medina, una de las más grandes y visitadas del entorno, Cala del Pato y Cala del Frailecillo, son algunas de las más conocidas. Para llegar hasta ellas hay que cruzar una parte de matorrales y enebros marítimos únicos en Europa, a través de unas pasarelas habilitadas para ello. Para bajar a las playas existen escaleras de piedras conservadas la gran mayoría de ellas en buen estado.
Ya en plena urbanización se encuentran la Cala Áspera y la Cala Encendida, las más grandes del conjunto y muy frecuentadas por los vecinos de la zona. La última recibe este nombre debido al efecto que produce el sol al reflejarse en sus rocas de color rojizo.
Se trata de un entorno natural de una belleza extraordinaria, tanto si te encuentras en plena playa como si estás arriba, en los acantilados, donde existen senderos naturales para pasear a pie o en bicicleta. Disfrutar de unas vistas donde se mezclan el azul del mar, el rojizo de la tierra y el verde de la vegetación, es otra de las maravillas de este lugar.
Glosario:
(El) resguardo: protección.
(El) acantilado: costa rocosa cortada verticalmente.
(El) matorral: grupo de arbustos.
(El) enebro: arbusto con flores rojizas y bayas de color negro.
(El) sendero: camino estrecho.
Fuente gráfica: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Conil_playa_roche_-015gm.jpg
Basado en: https://www.eldiario.es/andalucia/pasaporte/playas-efimeras-acantilados-Roche_0_388811650.html
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