Estamos en Navidades y es momento para reunirse con los seres queridos, compartir risas, cocinar platos ricos, comer, bailar y cantar. Así es como tradicionalmente hemos celebrado siempre estas fiestas en nuestra tierra.
Centrándonos en la música, hoy nos gustaría presentar el que, quizás, sea uno de los romances más cantados en nuestro pueblo: “Adelina”.
Antes de nada, tal vez no estaría mal recordar a qué nos referimos cuando hablamos de romance. Se trata de un poema narrativo compuesto de ocho sílabas que cuenta una historia. Los romances datan del siglo XV y han llegado a nuestros días a través de la oralidad, es decir, de boca en boca. Esto significa que han sufrido muchos cambios a lo largo de los siglos y por ello existen distintas versiones del mismo. Así, dependiendo de dónde estemos, podremos escuchar el mismo romance con variantes, e incluso con un título diferente, como es el caso de nuestra “Adelina”, conocida en otros pueblos por “Delgadina”.
“Adelina”
Adelina se pasea
por sus anchos corredores
con un vestidito largo
de muy bonitos colores.
El conde que la miraba
la ha pretendido en amores.
-Conde que tú eres muy niño
y lo vas a decir en la corte.
A otro día de mañana
en la corte lo decía:
-He dormido con la dama
la flor de la maravilla.
El padre que lo escuchaba
estas palabras decía:
-Si mi hija Adelina fuera,
a matarla mandaría.
Y si eso fuera mentira,
reina de España sería.
Esta joven que es cristiana
ella querrá confesar.
-Dime, niña, tus pecados.
-Uno tengo nada más.
He dormido con el conde
y el conde de amor está.
Estando ella confesando
el conde acaba de llegar.
La ha agarrado de la mano
se la ha llevado al altar.
Le echaron las bendiciones
ya Adelina está “casá”.
Han celebrado la boda
por casa no pasa “na”.
Glosario:
-“Casá”: andalucismo, de “casada”.
-“Na”: andalucismo de “nada”.
Basado en: “Villancicos y Romances. Tradición Popular“, Juan Jesús Quintero y Leonor Muñoz. Conil. 1999
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